mercredi, octobre 10

Verdades, realidades

Intro : La protagonista –Amélie- vive en un ghetto donde hay solo extranjeros, en Pekin, con su familia. Tiene unos 7 anios y habitualmente habla acerca de salir del ghetto en su caballo y perderse, a todo galope, por las calles de la « ciudad de los ventiladores » (ella denomina asi a Pekin). Un dia llega una familia italo-americana cuyo miembro menor –Elena- es una ninia de 6 anios que se transforma en la adoracion de Amélie, sin ninguna correspondencia, por lo demas, pero en el rato que ella se da cuenta de esto, hace cosas para impresionar a la recién llegada y asi captar su atencion, luego su amor. Un dia decide contarle un secreto « tengo un caballo », le dice, mientras Elena la mira incrédula y con desdén…

- tengo un caballo
Ella me miro con aire incrédulo, yo gozaba.
- un caballo de peluche ?
- un caballo con el que galopo por todos lados
- un caballo aqui, en San-Li-Tun ? pero donde esta ?
Su curiosidad me encanto. Me fui directo a las caballerizas y regresé en el lomo de mi cabalgadura.
De una mirada mi bien amada comprendio la situacion.
Levanto los hombros y dijo, con una indiferencia total, sin siquiera darme la limosna de una expresion :
- eso no es un caballo, es una bici
- es un caballo, aseguré yo calmadamente.
Mi serena conviccion no sirvio de nada. Elena no me escucho mas.

En Pekin tener una bella y gran bici era tan normal como tener piernas. La mia habia tomado en mi vida una dimension mitologica de tanta magnitud, que habia accedido al estatus ecuestre.
A mis ojos esta verdad estaba tan establecida, que no necesitaba ninguna fe para mostrar el animal. Ni siquiera pensé que Elena hubiera podido ver otra cosa que no fuera un caballo.
(…)
Esta bici era un caballo, es asi no mas la cosa. No me acuerdo de un momento en que yo hubiera decidido que asi fuera. Este caballo siempre fue caballo. No podia ser de otra manera. (…) Y, sinceramente, yo habia creido que el centro del mundo (Elena) veria de la misma forma que yo.
No tenia mas que 2 dias y este amor ya ponia en peligro mi universo mental.
(…)
La unica manera de dejar de sufrir es no tener nada mas que vacio en la cabeza. La unica manera de vaciar la cabeza a fondo, es ir lo mas rapido posible, lanzarse con el caballo al galope, calarse la frente contra el viento, no ser mas que la prolongacion de su carrera, el cuerno del unicornio, tener por unica mision cortar el aire hasta el enfrentamiento final en que el éter ganara, donde el caballero y su montura, perdidos en su entusiasmo, seran desintegrados y absorbidos por lo invisible, aspirados y pulverizados por los Ventiladores.

Elena es ciega. Este caballo es un caballo. Desde que existe liberacion por la velocidad y el viento, existe "caballo". Yo llamo caballo no a la cosa de cuatro patas que produce abono, sino a lo que maldice el suelo y me aleja de él, lo que me eleva y me fuerza a no caer, lo que me pisotearia a muerte si yo cediera a la tentacion del barro, lo que me hace bailar el corazon y relinchar el vientre, lo que me da una apariencia tan frenética que me obliga a arrugar los parpados, porque la mas pura de las luces no encandilara jamas tanto como lo hace una cachetada de aire.

Yo llamo caballo a ese lugar unico donde es posible perder toda ancla, todo pensamiento, toda conciencia, toda idea del maniana, para no ser otra cosa que un impulso, para no ser mas que lo que se rompe.

Yo llamo caballo a este acceso al infinito y llamo cabalgata al momento en que me encuentro con las multitudes de Mongoles, de Tartaros, de Sarracenos, de Pieles-Roja u otros hermanos de galope que han vivido para ser jinetes, es decir, para SER.
(…)
Es por esto que jamas un caballo amerito tanto el nombre de caballo como el mio.





1 commentaire:

Angel y Demonio a dit…

Me encantó, Geme! La mina esta escribe super, jejeje, el otro libro me lo comí!

Sigo enojada, pero bueh, lo que hay nomás. Y sí, le encontré mucho sentido a los parrafos estos.

Te quiero muchoo!!